martes, 30 de noviembre de 2010

el soldado

Una historia que fue contada por un soldado que pudo regresar a casa después de haber peleado en la guerra de Vietnam:

Un soldado le habló a sus padres desde San Francisco.
-"Mamá, Papá. Voy de regreso a casa, pero les tengo que pedir un favor.
Traigo a un amigo que me gustaría que se quedara con nosotros."

-"Claro, le contestaron, nos encantaría conocerlo".

-"Hay algo que deben de saber"- el hijo siguió diciendo- " Él fue herido en la guerra. Pisó en una mina de tierra y perdió un brazo y una pierna. Él no tiene a dónde ir, y quiero que se venga a vivir con nosotros a casa".

-"Siento mucho el escuchar esto hijo. A lo mejor podemos encontrar un lugar en dónde él se pueda quedar."

-"No Mamá y Papá, yo quiero que él viva con nosotros".

-"Hijo-le dijo el padre- tú no sabes lo que estás pidiendo. Alguien que esté tan limitado fisicamente puede ser un gran peso para nosotros.
Nosotros tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos dejar algo como ésto interfiera en nuestras vidas. Yo pienso que tú deberías regresar a casa y olvidarte de esta persona. Él encontrará una manera en la que pueda vivir él solo".

En ese momento el hijo colgó la bocina del teléfono. Los padres ya no volvieron a escuchar de él. Unos cuantos días después, los padres recibieron una llamada telefónica de la Policía de San Francisco. Su hijo había muerto después de haber caído de un edificio, fue lo que les dijeron. La policía creía que había sido un suicidio.

Los padres destrozados por la noticia volaron a San Francisco y fueron llevados a la morgue de la ciudad para identificar a su hijo. Ellos lo reconocieron, para su horror descubrieron algo que no sabían, su hijo tan solo tenía un brazo y una pierna.


domingo, 28 de noviembre de 2010

las estrellas de mar


Un viejo iba caminando por la playa ...


Cuando llegó a un lugar donde había miles de estrellitas de mar que habían sido arrastradas hasta la orilla.
Un poco más lejos en la playa veía a una jovencita. Estaba cogiendo las estrellitas de mar una por una y les tiraba devuelta al océano.
-¡Ay, que tonta!- exclamó el viejo. –No puedes salvar a todas estas estrellitas de mar. Hay demasiadas.- La jovencita sonrió y dijo – Ya lo sé, pero puedo salvar esta. – Y la tiró al océano.
Y esta- Y devolvió otra al mar, -Y esta...

viernes, 26 de noviembre de 2010

La sábana sucía

Una pareja de recién casados se mudó para un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana que una vecina colgaba sábanas en el tendal.
 
- ¡Qué sábanas sucias está colgando en el tendal!

-          Está precisando de un jabón nuevo... ¡Si yo tuviese confianza le preguntaría si ella quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!-

El marido miró y quedó callado.

Algunos días después, nuevamente, durante el desayuno, la vecina colgaba sábanas en el tendal y la mujer comentó con el marido:

- ¡Nuestra vecina continúa colgando las sábanas sucias! ¡Si yo tuviese intimidad le preguntaría si ella quiere que yo le enseñe a lavar ropas!

Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina colgaba sus ropas en el tendal.

Había pasado un mes, la mujer se sorprendió al ver las sábanas siendo tendidas, y entusiasmada fue a decir al marido.

-¡Mira, ella aprendió a lavar las ropas! ¿Será que la otra vecina le enseñó...? Porque yo no hice nada…

El marido calmosamente respondió:

-¡No, hoy yo me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana! –